La Articulación Temporomandibular se ve afectada en muchas ocasiones por el Bruxismo.
Este consiste en la acción de apretar de forma inconsciente la mandíbula y rechinar los dientes, produciendo el desgaste de los mismos.
Se trata de un hábito muy perjudicial que, en función de su frecuencia, puede provocar desgaste extremos, sensibilidad, dolor en la musculatura mandibular y ruidos o limitaciones de movimientos de la articulación.
El especialista determinará los posibles tratamientos como puede ser una férula de descarga, ortodoncia o rehabilitaciones dentales y protésicas.